Vivimos una época en la que la grabación de vídeos se ha economizado muchísimo, hoy en día casi cualquier cámara de fotos nos permite grabar en calidad 1080 a 60P. Pero la calidad del vídeo no solo depende de la cámara, también depende del contenido y cómo no, la iluminación. En esta última, los costes también se han reducido mucho, gracias a la popularización de la iluminación LED.
Los focos de FOTIMA FTL 30B y Fotima FTL 900 PRO. Estos focos tienen diferentes prestaciones, que hacen a cada uno bueno en un uso especifico. El Fotima FTL 30B, es compacto, tiene una muy buena autonomía y permite ajustar la temperatura de color de la luz. Esto hace que sea ideal para cambiar los colores de relleno, siluetas, etc…
Por contrario el Fotima FTL 900 PRO es más rígido en este aspecto, pero con un CRI superior al 95%, lo cual nos garantiza una calidad de iluminación más que recomendable. También dispone de mando a distancia, pantalla de 4 palas para marginar la dirección de la luz y difusores tanto transparente, como calibrado a tungsteno. Este último ideal para compensar luces y combinarlo con otras iluminaciones artificiales.
Ambos se encajan en el clásico pie de estudio, vienen con las baterías incluidas (ambos usan 2 baterías simultáneas) y un cargador, ademas, de la posibilidad de alimentarlos directamente a la corriente y vienen con el alimentador, pero personalmente, me resulta más cómodo las baterías. Con ellas los cables se reducen al mínimo y se vuelven unos focos muy versátiles.
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